Lo que ellos quieren...
Cada vez es mayor el porcentaje de hombres jóvenes o adultos que disfruta de los servicios estéticos presentes en el mercado, bien sea para mejorar la salud o sentirse más a gusto con su apariencia física.
por YUBELITZE ANGARITA BORGES | DOMINGO 7 DE
OCTUBRE DE 2012
Esta ha sido la
década en la cual el género masculino ha sabido aprovechar con mayor amplitud y
menor disimulo las herramientas de la medicina estética y de los servicios en
los salones de belleza. Prueba de ello ha sido el incremento -cercano a 40%- de
la demanda en los tratamientos que usan los caballeros para realzar su
apariencia física. El cuidados del atractivo masculino comienza desde temprana
edad. Cada vez son más los jóvenes que acuden a los centros de medicina estética
para atender a tiempo algunos problemas de acné, caída del cabello y, por qué
no, el deseo de no envejecer. Igualmente, los salones de belleza reportan una
mayor solicitud en los cortes con más detalles, la aplicación de tratamientos
capilares y los servicios de pedicure y manicure.
¿Es esto un pecado? Definitivamente no. Se sabe que en épocas antiguas, tanto en Egipto y Grecia como en Roma, el culto al cuerpo siempre lo tuvieron más los hombres. En otros tiempos también les fue permitido que utilizaran pelucas y maquillaje en el rostro como un reflejo de rango y clase social. Irónicamente, ahora, en la modernidad, el despertar masivo que ha generado la publicidad y los medios de comunicación por el gusto hacia los cuidados físicos no siempre ha sido visto como algo varonil. Las mujeres dicen: "No nos gusta un hombre descuidado en su aspecto, nos atrae que sea limpio y se preocupe por su arreglo, pero hasta cierto punto".
Ahora bien, ¿cuál es ese punto que marca el límite?
"Como especialista y médico estético pienso que no debe utilizarse una línea divisoria. Creo que todo tratamiento debe ir de la mano con la salud del paciente. Siempre es positivo si la persona quiere mejorar, eso sí, sin entrar en un rango exagerado en el cual nunca esté satisfecho con un tratamiento", opina el doctor Carlos Croes.
Lo cierto es que las cifras no engañan y así vemos cómo el incremento de los pacientes que acuden a los centros de medicina estética responde a un mayor grado de interés y preocupación de los caballeros por su salud y apariencia. Croes indica que 59% de la población masculina que acude a centros estéticos solicita tratamientos faciales tales como uso del láser para depilarse y eliminar la barba; también para tratar la foliculitis y la pseudofoliculitis; tratamientos para el acné y las cicatrices derivadas; flacidez en el rostro y arrugas.
Otro 32% acude por tratamientos corporales para eliminar la adiposidad localizada, sobre todo la abdominal, más la depilación en otras zonas del cuerpo como en el pecho. Y, el restante 9% se preocupa por tratar la caída del cabello, siendo éste un porcentaje menor debido quizás a que ha generado una evidente ventaja la aceptación publicitaria y mediática de los cortes al ras del cuero cabelludo.
Según las edades se observa que, en el rango comprendido entre los 17 y los 30 años, hay un incremento en la preocupación por el acné y la prevención de las primeras señales de envejecimiento. De 30 a 45 años son los hombres que más acuden a la consulta por cualquier tipo de tratamiento estético. Y después de los 45 años también hay un importante sector de la población masculina que no se resigna tan fácilmente al paso de los años y quiere mantener su atractivo y sentir aún la lozanía de la juventud.
¿Qué buscan los caballeros? Un cuerpo esbelto, atlético, un rostro sin el deterioro que significa la vejez, una forma de la cara lo más cuadrada posible, nariz armónica y dentadura perfecta, son algunas de las características que buscan los hombres cuando se ven en el espejo, generalmente guiados por los patrones que imponen los medios artístico y deportivo.
"El paciente masculino suele ser mucho más detallista e incisivo con lo que va a realizarse. Pregunta más, exige más y también cumple mejor con las indicaciones postratamiento. A veces no se conforma con los resultados aunque haya quedado bien y siempre quiere más, por eso es muy importante la ética en la medicina estética porque esta área se presta mucho para el mercantilismo", subraya Croes, quien advierte, como especialista, que un arreglo que no sea afín a la edad, que reste la expresión facial natural, nunca será bien visto.
Por otra parte, aspectos como la reñida competencia en el mundo laboral y la excesiva y perniciosa importancia que le dan a la apariencia física han incidido en que se vigilen otros detalles como, por ejemplo, las cicatrices, las manchas en la piel, los tatuajes visibles y la obesidad. Curiosamente, tanto detallismo parece marcar una diferencia con respecto al comportamiento de las féminas, quienes, como asegura el estilista Edgar Martínez, últimamente parecen menos inclinadas a tanto esmero.
En este sentido, el especialista advierte que observa con preocupación cómo, quizás, ha sido contraproducente para las venezolanas sentirse parte del llamado "país de las mujeres bellas", pues muchas, a su juicio, han perdido en elegancia y, muchas veces, hasta terminan abandonándose por comodidad. "Hay cuidados que son inherentes al género femenino como el maquillaje y la coquetería en el vestir, complementos que, a veces, sacrifican por sentirse cómodas y al natural, contrario a los hombres, quienes, desde hace unos cuantos años, procuran estar siempre bien arreglados", acota.
Bellos y discretos. Los servicios que más demandan los caballeros en los salones de belleza van de la mano con el grado de confianza que sientan con el personal que los atiende y el ambiente donde se encuentran. La discreción aún es una preferencia, aunque es cierto que ahora son ellos quienes se atreven a preguntar por otras sugerencias del mercado.
Martínez refiere que el estilista es la persona indicada para generar esa curiosidad, ya que, por lo general, el cliente va por un objetivo, pero es probable que una vez atendido le llame la atención probar otros tratamientos como la limpieza de cejas y el alisado semipermanente. "Como mi salón de belleza es menos descubierto, ellos encuentran ese nivel de intimidad que les gusta para hacerse estos tipos de tratamiento y no ser señalados, porque el problema es que aún muchos confunden el ser metrosexual con una preferencia sexual", comenta.
"Ahora se cortan el cabello más seguido, a veces cada 15 días, porque los cortes son más acicalados, más perfectos y hay una moda muy varonil que precisa el uso de máquinas para hacer detalles, formas y picos. De igual manera, ahora también se ve sexy el cabello rapado, opción que escoge 20% de la clientela, lo que ha sido impulsado por la publicidad en medios y por los ambientes artístico y deportivo. En cuanto al alisado semipermanente a base de proteínas, nos sorprende el incremento en la solicitud -cercano a 50%-, bien sea como tratamiento capilar o por querer lucir mejor peinados y más armónicos", describe Martínez.
En cuanto a la manicure y la pedicure, entre 35% y 40% de la clientela pide estos servicios porque, favorablemente, cada vez está más aceptado que ellos también cuiden sus uñas, no sólo por un tema de aspecto sino también de salud e higiene. Tanto en el área de la medicina estética como del estilismo, la apariencia física debe complementarse definitivamente con la actitud que proyecte la persona, según sostienen los especialistas. La belleza humana siempre va a estar regida por la historia, la moda y las percepciones, por lo cual las herramientas adicionales serán un plus, pero siempre será mejor trajearse con esa sensación de seguridad y plenitud que genera el sentirse bien con uno mismo y atractivo para el entorno.
Para todos hay una opción.
Los tratamientos mínimamente invasivos y no dolorosos están a la orden en el mercado de los centros estéticos. Croes detalla las opciones que más busca la población masculina, de acuerdo al interés que tenga:
En tratamientos faciales
Foliculitis y pseudofoliculitis: Terapias láser ND-YAG, diodo y otras fototerapias como IPL (luz intensa pulsada).
Flacidez: Uso de la radiofrecuencia tripolar, la cual se realiza con la nueva generación de equipos para, además, estimular el colágeno, aportar lozanía y remodelar la figura. Todo gracias a la transformación de la energía electromagnética en calor, en la dermis.
Cicatrices de acné: Láser de Erbium y CO2, perfectos para nivelar y homogeneizar las irregularidades de la piel evaporando sus capas. También peelings químicos y microdermoabrasión.
Acné: Tratamientos con peelings químicos, IPL (luz intensa pulsada).
Arrugas: Botox, láser de CO2, láser de Erbium Yag, plasma rico en plaquetas.
En tratamientos para la flacidez
Radiofrecuencia: Es una nueva alternativa terapéutica para la celulitis y la flacidez facial y corporal. Estimula la formación de nuevo colágeno y, por ende, el tensado la piel. Además, mejora la circulación y el tejido subcutáneo.
Caboxiterapia: Esta terapia consiste en la aplicación de dióxido de carbono con fines médicos, para lo cual se utiliza una máquina computarizada, programable, que regula el volumen y la velocidad del gas liberado. Es un procedimiento médico de aplicación subcutánea, mínimamente invasivo, seguro y con mínimos riesgos y complicaciones.
Super Slow: Es un sistema de entrenamiento personalizado con sesiones de 20 minutos, dos veces por semana, para lograr bajar de peso, deshacerse de la grasa corporal, tonificar y moldear el cuerpo, además de acabar con la flacidez y prevenir y tratar la osteoporosis.
En tratamientos corporales
(Tratamientos para adiposidad localizada)
Ultralipólisis: Consiste en infiltrar una discreta cantidad de solución hiposomolar (baja en electrolitos y especialmente en sodio) para potenciar el efecto de la cavitación (basados en el principio de que los ultrasonidos se transmiten mucho mejor en medios líquidos que en los sólidos).
Ultracavitación: Es un tratamiento no invasivo de aplicación médica que combate la grasa localizada y la celulitis mediante la aplicación de un novedoso equipo de ultrasonidos, de nueva generación de alta potencia llamado Liposon.
Twitter: @Yubelitze
Coordenadas
Carlos Croes
www.drcarloscroes.blogspot.com
@Dr_Croes
¿Es esto un pecado? Definitivamente no. Se sabe que en épocas antiguas, tanto en Egipto y Grecia como en Roma, el culto al cuerpo siempre lo tuvieron más los hombres. En otros tiempos también les fue permitido que utilizaran pelucas y maquillaje en el rostro como un reflejo de rango y clase social. Irónicamente, ahora, en la modernidad, el despertar masivo que ha generado la publicidad y los medios de comunicación por el gusto hacia los cuidados físicos no siempre ha sido visto como algo varonil. Las mujeres dicen: "No nos gusta un hombre descuidado en su aspecto, nos atrae que sea limpio y se preocupe por su arreglo, pero hasta cierto punto".
Ahora bien, ¿cuál es ese punto que marca el límite?
"Como especialista y médico estético pienso que no debe utilizarse una línea divisoria. Creo que todo tratamiento debe ir de la mano con la salud del paciente. Siempre es positivo si la persona quiere mejorar, eso sí, sin entrar en un rango exagerado en el cual nunca esté satisfecho con un tratamiento", opina el doctor Carlos Croes.
Lo cierto es que las cifras no engañan y así vemos cómo el incremento de los pacientes que acuden a los centros de medicina estética responde a un mayor grado de interés y preocupación de los caballeros por su salud y apariencia. Croes indica que 59% de la población masculina que acude a centros estéticos solicita tratamientos faciales tales como uso del láser para depilarse y eliminar la barba; también para tratar la foliculitis y la pseudofoliculitis; tratamientos para el acné y las cicatrices derivadas; flacidez en el rostro y arrugas.
Otro 32% acude por tratamientos corporales para eliminar la adiposidad localizada, sobre todo la abdominal, más la depilación en otras zonas del cuerpo como en el pecho. Y, el restante 9% se preocupa por tratar la caída del cabello, siendo éste un porcentaje menor debido quizás a que ha generado una evidente ventaja la aceptación publicitaria y mediática de los cortes al ras del cuero cabelludo.
Según las edades se observa que, en el rango comprendido entre los 17 y los 30 años, hay un incremento en la preocupación por el acné y la prevención de las primeras señales de envejecimiento. De 30 a 45 años son los hombres que más acuden a la consulta por cualquier tipo de tratamiento estético. Y después de los 45 años también hay un importante sector de la población masculina que no se resigna tan fácilmente al paso de los años y quiere mantener su atractivo y sentir aún la lozanía de la juventud.
¿Qué buscan los caballeros? Un cuerpo esbelto, atlético, un rostro sin el deterioro que significa la vejez, una forma de la cara lo más cuadrada posible, nariz armónica y dentadura perfecta, son algunas de las características que buscan los hombres cuando se ven en el espejo, generalmente guiados por los patrones que imponen los medios artístico y deportivo.
"El paciente masculino suele ser mucho más detallista e incisivo con lo que va a realizarse. Pregunta más, exige más y también cumple mejor con las indicaciones postratamiento. A veces no se conforma con los resultados aunque haya quedado bien y siempre quiere más, por eso es muy importante la ética en la medicina estética porque esta área se presta mucho para el mercantilismo", subraya Croes, quien advierte, como especialista, que un arreglo que no sea afín a la edad, que reste la expresión facial natural, nunca será bien visto.
Por otra parte, aspectos como la reñida competencia en el mundo laboral y la excesiva y perniciosa importancia que le dan a la apariencia física han incidido en que se vigilen otros detalles como, por ejemplo, las cicatrices, las manchas en la piel, los tatuajes visibles y la obesidad. Curiosamente, tanto detallismo parece marcar una diferencia con respecto al comportamiento de las féminas, quienes, como asegura el estilista Edgar Martínez, últimamente parecen menos inclinadas a tanto esmero.
En este sentido, el especialista advierte que observa con preocupación cómo, quizás, ha sido contraproducente para las venezolanas sentirse parte del llamado "país de las mujeres bellas", pues muchas, a su juicio, han perdido en elegancia y, muchas veces, hasta terminan abandonándose por comodidad. "Hay cuidados que son inherentes al género femenino como el maquillaje y la coquetería en el vestir, complementos que, a veces, sacrifican por sentirse cómodas y al natural, contrario a los hombres, quienes, desde hace unos cuantos años, procuran estar siempre bien arreglados", acota.
Bellos y discretos. Los servicios que más demandan los caballeros en los salones de belleza van de la mano con el grado de confianza que sientan con el personal que los atiende y el ambiente donde se encuentran. La discreción aún es una preferencia, aunque es cierto que ahora son ellos quienes se atreven a preguntar por otras sugerencias del mercado.
Martínez refiere que el estilista es la persona indicada para generar esa curiosidad, ya que, por lo general, el cliente va por un objetivo, pero es probable que una vez atendido le llame la atención probar otros tratamientos como la limpieza de cejas y el alisado semipermanente. "Como mi salón de belleza es menos descubierto, ellos encuentran ese nivel de intimidad que les gusta para hacerse estos tipos de tratamiento y no ser señalados, porque el problema es que aún muchos confunden el ser metrosexual con una preferencia sexual", comenta.
"Ahora se cortan el cabello más seguido, a veces cada 15 días, porque los cortes son más acicalados, más perfectos y hay una moda muy varonil que precisa el uso de máquinas para hacer detalles, formas y picos. De igual manera, ahora también se ve sexy el cabello rapado, opción que escoge 20% de la clientela, lo que ha sido impulsado por la publicidad en medios y por los ambientes artístico y deportivo. En cuanto al alisado semipermanente a base de proteínas, nos sorprende el incremento en la solicitud -cercano a 50%-, bien sea como tratamiento capilar o por querer lucir mejor peinados y más armónicos", describe Martínez.
En cuanto a la manicure y la pedicure, entre 35% y 40% de la clientela pide estos servicios porque, favorablemente, cada vez está más aceptado que ellos también cuiden sus uñas, no sólo por un tema de aspecto sino también de salud e higiene. Tanto en el área de la medicina estética como del estilismo, la apariencia física debe complementarse definitivamente con la actitud que proyecte la persona, según sostienen los especialistas. La belleza humana siempre va a estar regida por la historia, la moda y las percepciones, por lo cual las herramientas adicionales serán un plus, pero siempre será mejor trajearse con esa sensación de seguridad y plenitud que genera el sentirse bien con uno mismo y atractivo para el entorno.
Para todos hay una opción.
Los tratamientos mínimamente invasivos y no dolorosos están a la orden en el mercado de los centros estéticos. Croes detalla las opciones que más busca la población masculina, de acuerdo al interés que tenga:
En tratamientos faciales
Foliculitis y pseudofoliculitis: Terapias láser ND-YAG, diodo y otras fototerapias como IPL (luz intensa pulsada).
Flacidez: Uso de la radiofrecuencia tripolar, la cual se realiza con la nueva generación de equipos para, además, estimular el colágeno, aportar lozanía y remodelar la figura. Todo gracias a la transformación de la energía electromagnética en calor, en la dermis.
Cicatrices de acné: Láser de Erbium y CO2, perfectos para nivelar y homogeneizar las irregularidades de la piel evaporando sus capas. También peelings químicos y microdermoabrasión.
Acné: Tratamientos con peelings químicos, IPL (luz intensa pulsada).
Arrugas: Botox, láser de CO2, láser de Erbium Yag, plasma rico en plaquetas.
En tratamientos para la flacidez
Radiofrecuencia: Es una nueva alternativa terapéutica para la celulitis y la flacidez facial y corporal. Estimula la formación de nuevo colágeno y, por ende, el tensado la piel. Además, mejora la circulación y el tejido subcutáneo.
Caboxiterapia: Esta terapia consiste en la aplicación de dióxido de carbono con fines médicos, para lo cual se utiliza una máquina computarizada, programable, que regula el volumen y la velocidad del gas liberado. Es un procedimiento médico de aplicación subcutánea, mínimamente invasivo, seguro y con mínimos riesgos y complicaciones.
Super Slow: Es un sistema de entrenamiento personalizado con sesiones de 20 minutos, dos veces por semana, para lograr bajar de peso, deshacerse de la grasa corporal, tonificar y moldear el cuerpo, además de acabar con la flacidez y prevenir y tratar la osteoporosis.
En tratamientos corporales
(Tratamientos para adiposidad localizada)
Ultralipólisis: Consiste en infiltrar una discreta cantidad de solución hiposomolar (baja en electrolitos y especialmente en sodio) para potenciar el efecto de la cavitación (basados en el principio de que los ultrasonidos se transmiten mucho mejor en medios líquidos que en los sólidos).
Ultracavitación: Es un tratamiento no invasivo de aplicación médica que combate la grasa localizada y la celulitis mediante la aplicación de un novedoso equipo de ultrasonidos, de nueva generación de alta potencia llamado Liposon.
Twitter: @Yubelitze
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Carlos Croes
www.drcarloscroes.blogspot.com
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